Protesta social
Mayo francés: ¿Bisagra o fracaso en la historia?
El mayo francés fue un movimiento de protesta y rebelión de índole estudiantil- obrera que se
originó en 1968 y tuvo su epicentro en la Facultad de Humanidades de Nanterre. Dicho
levantamiento se desarrollo en un
contexto marcado por el malestar que imperaba entre diversos sectores de la
clase media con respecto a diversos
esquemas políticos, económicos y
socioculturales que caracterizaban a la sociedad francesa de ese entonces.
Si bien la movilización constituyó un punto de quiebre
respecto a los cánones que predominaban en Francia hasta ese momento, sin
embargo el Mayo del 68 no logró consolidarse como revolución, de allí que se
pudo plantear el interrogante, el Mayo francés ¿Significó un proceso de cambio
positivo o un fracaso? A partir del análisis del texto “El mayo francés como
anuncio del siglo XXI”, se pudo determinar que los objetivos que se buscaba concretar tenían que ver con terminar con ciertas
costumbres anacrónicas referidas al plano político, económico y social. Algunas
de las transformaciones que impulsaron los representantes del movimiento eran
por ejemplo la renuncia a los clasismos, la libertad de amar mediante el
abandono de prejuicios arcaicos, y promovió un cambio “anticapitalista,
antiestatista y democrático”.
Los estudiantes, los obreros y el resto de individuos que conformaron la masa de más de 10 millones
de personas que llevaron a cabo una huelga general durante la semana rabiosa de
Mayo del 68 tenían consignas tales como “Seamos realistas, pidamos lo imposible” o “No queremos un mundo donde la garantía de
no morir de hambre se compensa con la garantía de morir de aburrimiento” entre
otras tantas que aparecían pintadas en los muros de París, A través de ellas se
podía evidenciar el rechazo que la sociedad manifestaba hacia el sistema y las
costumbres establecidas. En relación a
dicha rebelión y los cambios que propició, el sociólogo Alain Touraine expresó:
“En 1968, entraron problemáticas completamente nuevas en el debate público,
relacionadas a las minorías, a la inmigración, a las reivindicaciones
regionales, etcétera”. Sin embargo a pesar de las transformaciones que se
originaron a partir del mayo francés, el hecho ha suscitado opiniones críticas
al respecto.
El filósofo francés Alain Finkielkraut, afirmó que la
protesta de mayo del 68 fue “Una pantomima disfrazada de drama” y añadió: “No
creo que haya que dar al Mayo del 68 un papel histórico”. Algunas de las causas
que dieron lugar a las críticas sobre el impacto del movimiento fue que este no
logró consolidarse como una revolución que pudiera sustituir radicalmente el
orden político tradicional, así como también el cambio del modelo económico
establecido. Sin embargo la protesta transformó a la sociedad francesa a nivel
social, a través del cambio de pautas de comportamiento e incorporación de
valores distintos, lo que hizo que el Mayo francés se haya constituido como una
ruptura social de los esquemas tradicionales que sembró los caminos para este
siglo.
Intento de los oficiales de frenar a los manifestantes.
Documental titulado "El espíritu de Mayo del 68"